La Urna BiosCreo que una de las claves para saber el grado de salud o enfermedad de una sociedad es observar como trata a sus muertos. A lo largo de la historia se los ha honrado de distintas y variadas maneras, desde los egipcios a los chinos, pasando por los judíos, romanos, etc., todos honraban a sus muertos a través de ritos y ceremonias. Lo cierto es que (para el que todavía no se avivó) estamos desde hace rato ante un nuevo cambio de paradigma, distinto al del postmodernismo… quizás sea la post post modernidad o post-moralidad, no lo se… ya llegará el rótulo adecuado. La cosa es que el rubro funerario tampoco escapa al espíritu de este mundo. Les presento a la urna Bios, que consiste en una urna funeraria fabricada con materiales biodegradables hecha de cáscara de coco, turba compactada y celulosa, en su interior contiene una semilla de un árbol o planta a elección. Una vez depositadas las cenizas del ser querido en su interior, ésta se planta, la semilla luego germina
y comienza a crecer. Fantástico. La urna fue creada por un joven diseñador catalán, Gerard Moliné, en el año 1999, ganando el Premio Medalla ADI FAD 2002, en el año 2005 se desarrolló y comenzó a comercializarse una nueva version ganadora del Premio Expohogar regalo 2005. Actualmente la comercializa y distribuye la empresa LIMBODISSENY, junto con otras urnas fashion y demás objetos mortuorios muy “Palermo Style”.
Banalizaciones culturales
Es llamativo que ni hasta los muertos se salvan de entrar en el ciclo infinito de las banalizaciones culturales del consumo. La Urna Bios irrumpe estrepitosamente como una realidad hermosa, como esos utopismos socialistas del siglo XIX (y como no podia faltar con su costado aterrador, desde luego). La urna se nos presenta como un producto u objeto de consumo estéticamente agradable, ecológico, económico y para deleite de diseñadores y publicistas… con un fuerte concepto por detrás: “regeneración”, “retorno a la vida a través de la naturaleza”, que traducido sería algo así como “reciclable” ¡¿que más se puede pedír?! Me viene a la mente la palabra “descartable”, será porque para que algo sea reciclable antes tiene que ser descartado, ahora… el cuerpo sin vida de un ser querido es algo que se pueda reciclar o descartar? Ciertamente es degradable, pero también descartable? Es practiquísimo, eso si, como la costumbre pagana tan extendida hoy en día de cremar, esparcir las cenizas en una pradera o en el mar y olvidarse del asunto.
y comienza a crecer. Fantástico. La urna fue creada por un joven diseñador catalán, Gerard Moliné, en el año 1999, ganando el Premio Medalla ADI FAD 2002, en el año 2005 se desarrolló y comenzó a comercializarse una nueva version ganadora del Premio Expohogar regalo 2005. Actualmente la comercializa y distribuye la empresa LIMBODISSENY, junto con otras urnas fashion y demás objetos mortuorios muy “Palermo Style”.Banalizaciones culturales
Es llamativo que ni hasta los muertos se salvan de entrar en el ciclo infinito de las banalizaciones culturales del consumo. La Urna Bios irrumpe estrepitosamente como una realidad hermosa, como esos utopismos socialistas del siglo XIX (y como no podia faltar con su costado aterrador, desde luego). La urna se nos presenta como un producto u objeto de consumo estéticamente agradable, ecológico, económico y para deleite de diseñadores y publicistas… con un fuerte concepto por detrás: “regeneración”, “retorno a la vida a través de la naturaleza”, que traducido sería algo así como “reciclable” ¡¿que más se puede pedír?! Me viene a la mente la palabra “descartable”, será porque para que algo sea reciclable antes tiene que ser descartado, ahora… el cuerpo sin vida de un ser querido es algo que se pueda reciclar o descartar? Ciertamente es degradable, pero también descartable? Es practiquísimo, eso si, como la costumbre pagana tan extendida hoy en día de cremar, esparcir las cenizas en una pradera o en el mar y olvidarse del asunto.
El quiebre cultural
Lo cierto es que la urna Bios rompe brutalmente y va en contra del ritual de entierro según la tradición judeo-cristiana, que aguarda la vida venidera y la resurrección de los muertos, para dar paso a una suerte de “regeneración” y a un “retorno a la vida a través de la naturaleza”. Concepción naturalista que deja en evidencia que no espera nada o mejor dicho no cree en una vida postmortem, ni que hablar de una resurrección y que por consiguiente busca su realización, su utilidad, aquí y ahora en este mundo. La consigna es: Uno
debe ser útil incluso estando muerto. Hago el link a la película “Soylent Green” con Charlton Heston en donde usaban los cuerpos para hacer galletitas verdes y así alimentar a una humanidad superpoblada. Si a todo esto le sumamos la “moda” que gira en torno a la ecología, ya está, estamos ante un record de ventas.Lo más terrible me parece es el alto nivel de aceptación que tienen este tipo de ideas, y eso solo me lleva a pensar que el camino ya está allanado…
Bosques y no cementerios
Ahora los cementerios se convertirían en bosques dicen los promotores de Bios… suena lindo, ¿no? Lo bueno es que para visitar al abuelo ya no va a ser necesario ir a esos tétricos cementerios llenos de lápidas y nichos, ahora nos podemos ir de picnic al bosque! “¡Un momento! ¡no orines en ese álamo que es mi tío Oscar!” nos van a decir. Fuera de bromas a mi me huele a panteísmo New Age, negador de Dios y adorador de la creación, el hombre y la naturaleza, todo sazonado de neomarxismo (camuflado de ecologismo, indigenismo, provida, y todo eso). Lindo embrollo.
Conclusión
Cualquiera con dos dedos de frente sabe o intuye que el culto a los antepasados fue y es importantísimo para cualquier cultura, lamentablemente la nuestra les falta el respeto, los olvida, los recicla. Notense como ha cambiado la concepción de lo sagrado, ahora ya no es más un templo ni un cementerio, ahora lo sagrado se ha tran
sladado a la naturaleza y sus criaturas, no al Creador.
¿Porque pasa todo esto? A simple vista parece una nueva revolución, pero no es más que el viejo “¡Non serviam!” de la serpiente antigua que quiere arrancar de raíz toda tradición, todo rito, todo lo que es trascendente y remite a Dios.
En fin, desde la óptica del diseño es un sobresaliente con carita felíz (hay que reconocer que tiene talento el joven diseñador), pero visto desde un plano espiritual y metafísico es un creación abominable.
Que el cristiano tenga presente que dar entierro es una obra de misericordia.
¿Porque pasa todo esto? A simple vista parece una nueva revolución, pero no es más que el viejo “¡Non serviam!” de la serpiente antigua que quiere arrancar de raíz toda tradición, todo rito, todo lo que es trascendente y remite a Dios.
En fin, desde la óptica del diseño es un sobresaliente con carita felíz (hay que reconocer que tiene talento el joven diseñador), pero visto desde un plano espiritual y metafísico es un creación abominable.
Que el cristiano tenga presente que dar entierro es una obra de misericordia.







3 comentarios:
Muy bueno.
Hacemos collares con las muelas de nuestros muertitos.
Aunque me gustaría que me entierren sin ataúd, en el desierto.
Gaita, anotá, porque seguro palmo antes que vos.
a mi me gustaría un entierro , también sin féretro , pero cerca de un árbol .
Existe en algunos lugares esta costumbre y se ha probado que el árbol se pone más frondoso y colorido .
No me gusta la marketización de la muerte , me asquea el negocio alrededor de ella . Pasé por eso hace muy poco y no quisiera que los míos lo pasen cuando yo me vaya .
a mi me preocupa.. la frustracion que te puede agarrar si el árbol no crece, o se seca.... o....... doble duelo?
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